Espiritualidad Vs. Religión
- Diana Alexandra Echeverri Garcés
- 30 mar 2020
- 4 Min. de lectura

Cuando llegan mis pacientes a consulta por primera vez, los percibo con muchos sentimientos encontrados, emociones diferentes, prejuicios, un mar revuelto de pensamientos, dudas recurrentes en sus vidas. Obvio, una sensación de desconfianza y de ansiedad por encontrar un lugar idóneo y una persona que les brinde verdaderas herramientas para trabajar y entender este camino de evolución y cambio constante al que nos vemos enfrentados. Al entablar una conversación amena con ellos y ofrecerles un vasito de agua, cafecito, aromática, galletas y chocolates; para que así entren en confianza, se desestresen, abran su corazón y se sientan como en su casa hablando con una amiga; encuentro un factor común determinante en todos los pacientes y es por ello que escribo este blog el día de hoy.
Una de mis preguntas iniciales es ¿Cómo estás en tu campo espiritual de 1 a 10? Y muchos me responden de la siguiente manera: Yo bien, voy a misa y ayudo a causas justas; otros dicen, yo todas las noches hago oración y agradezco; otros me dicen, yo soy de X religión, pero no la predico; otros me dicen, estoy acá en consulta, pero nadie sabe, en mi religión y mi familia dicen que no debo buscar nada fuera de la iglesia o poner mi fe en terceros, (casi que me dicen bruja de frente); y por último y no menos importante me responden, yo no soy de ninguna religión, no creo ni confío en ninguna, pero tengo la certeza de que hay algo más que me puede ayudar a entenderme y ser feliz.
Buenooooo…. Después de escuchar estas razones y numéricamente dar una valoración a este campo, me dedico a dar la siguiente explicación y diferenciación. En el mundo siempre han existido dos caminos, la religión y la espiritualidad; en la mayoría de los casos, nos inician en una religión X por nuestra cultura, nuestro entorno y nuestras tradiciones familiares; pero casi nunca, por no decir nunca, he visto que nos inicien en la parte espiritual como pilar fundamental de la vida.
La gran diferencia entre ambos conceptos, es que en la religión tú estás esperando que una persona o una comunidad te solucione la vida y te ilumine, con solo cumplir el papel de asistir, escuchar y volver una rutina tu presencia (de cuerpo), y que carece de un objetivo claro de transformación y donde los líderes muestran incongruencia con lo predicado; lo que personalmente percibo de ellas, es que siempre el pilar es la represión, el miedo y la angustia a la hora de actuar y hablar, te coartan tu libre desarrollo, libre pensamiento y libre albedrío; te mantienen con la creencia tergiversada de dar para recibir y de que son otros los que actuarán para que te caigan bendiciones y puedas morir tranquilo, puro y con la posibilidad remota de ver a Dios, “si te has portado bien”; esto muestra que has permitido y dejado siempre tu poder afuera, en tu entorno y a lo que otros deseen hacer por ti.
La espiritualidad es un recurso que siempre traemos con nosotros, el poder y la fuerza está dentro y nadie nos lo puede quitar; se puede opacar y disminuir, pero siempre esa luz que eres te guía por buen camino. La espiritualidad es entender que para que todo fluya en bendiciones, debes trabajar tu SER, tu energía, tus pensamientos; debes aprender a remodelarte y reconstruirte en cada momento, aunque sea de las ruinas; es también entender que el ensayo y error nos hace definirnos como personas y ampliar nuestra capacidad infinita de luz y el nivel de consciencia. Aprendes a respetarte, amarte, autocorregirte, escucharte, y entender que eres tú el que debe encontrar la mejor versión de ti mismo, con tiempo, viviendo el presente para tener un futuro prometedor y en amor puro incondicional; el secreto está en ello, NO CONDICIONARTE, ser libre y entender que si tú haces tu propio trabajo, este repercute en la cultura, en la sociedad y en el planeta entero, todos nos beneficiamos y ayudamos a expandir luz que purifica y bendice territorios, ambientes y especies de todo tipo.
La única religión que debes predicar es el AMOR, en familia, entre amigos, con todo y por todos. Unir y no dividir. Mi recomendación para empezar a ver cambios es que recuerden claramente que les hace sonreír y brillar intensamente y retomen esas actividades que les iluminan sus ojos, vuelvan a jugar, a practicar hobbies y encontrar su propia música. Vean y perciban la grandeza que los rodea. Somos únicos e irrepetibles. Al final, ¿por qué me buscan a mí o llegan a mi consulta?; pues porque tenían que llegar y los ponen frente a mí, por X o Y motivo, porque el universo conspiró y alguien les mostró el camino para encontrar ayuda y guía que los impulsa a cambiar, a renovar esa energía infinita y encontrar posibilidades de expansión; entendiendo que somos luz para irradiar luz, energía que crea y manifiesta cambios exponenciales, para vivir siempre en plenitud, armonía y PAZ; eso sí, desde que tú lo anheles, lo decretes y quieras hacerlo.
El reto es un 10/10 e iniciar ese cambio, donde tú eres el centro, el punto de partida y cocreador de tu realidad… Pasan cosas mágicas…. Creer para ver. Yo solo te ayudo a entender, sanar y renovar tu energía, tú haces el trabajo. Bonito día y encuentra tu equilibrio.
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